Elige razas y criaturas para tu novela.


            Un poco de historia

        En cualquier libro de fantasía no puede faltar la magia, las razas y diferentes criaturas, algo que ha sido común desde hace incontables años, desde las diferentes mitologías hasta las novelas caballerescas. Pero algo cambió… Algo que empezó con el profesor JRR Tolkien en 1937, con El hobbit. Su buen amigo CS Lewis continuó con Las crónicas de Narnia. Posteriormente, en 1957, Tolkien volvió con su obra más conocida, El señor de los anillos. El relevo lo tomó Ursula K. Le Guin con El ciclo de terramar y así siguió la dinámica.  

        Hasta que, a mediados de la década de los 70, explotó la creación de razas y criaturas como nunca antes, con el juego de rol Dungeons & Dragons y sus bestiarios.

        Posteriormente, grandes sagas como Dragonlance, El ciclo de la puerta de la muerte, Reinos Olvidados o La rueda del tiempo nos dotaron de mundos complejos, donde una gran variedad de razas y criaturas cobran vida en sus páginas.

        Hasta el día de hoy, JK Rowling, con su saga Harry Potter; George RR Martín con Canción de hielo y fuego; y, por último, Brandon Sanderson, con Nacidos de la bruma, nos demuestran que la fantasía está más viva que nunca.

        Eso ha hecho que, a día de hoy, sea muy difícil elegir y, aún más, crear algo genuino. Pero no desesperes: vamos a intentar darte un buen punto de partida para que la historia y el mundo de tu novela estén lo más cohesionados posibles y, con suerte, pueda colarse entre las novelas de las librerías. 

            Crear y elegir razas


        Para crear o elegir una cantidad de razas y criaturas, primero tienes que tener claro dónde van a habitar. 

        Si mi novela se desarrolla en un desierto, incluir un hombre-pez no tendría sentido, a menos que esa creación cuente con escafandra, trajes especiales y un propósito narrativo. Aun así, ¿podría ser aceptado por el público?. 

        Y es ahí donde quiero llegar: las razas que decidas incluir deben tener un sentido dentro de la historia y el mundo en el que habitan. Dedicar tiempo a imaginar su historia, cómo cohabitan con otras razas y que importancia tienen en la narrativa es fundamental.

        También es importante considerar dónde estará ambientada la novela y qué tipo de historia será: romántica, de terror, contemporánea, de fantasía épica, infantil, ambientada en un mundo ficticio, en un lugar real, en nuestro propio planeta, en una ciudad… etc.

        Un ejemplo: Imaginemos una  novela de fantasía cuyo arco principal sea el romance entre un troll y un hada…pues no sé si cuajaría.   

        Sin embargo, existen otros ejemplos de romances entre razas diferentes que sí funcionan: elfos con humanos, vampiros con humanos, humanos con enanos e,incluso, ¿enanos con elfos?... Debemos buscar algo que resulte atractivo para el público al que queremos llegar.

        ¿Es malo inspirarnos en alguna raza o criatura ya creada? En mi opinión, un rotundo no. Eso sí, nada de plagios, por favor. Si los escritores no se hubieran inspirado en obras previas, no tendríamos grandes novelas. 

        De hecho, el tipo de elfo que presentó Tolkien se ha convertido en una de las razas más utilizadas desde entonces. Un claro ejemplo es el género vampírico: si The Vampyre, de Polidori, no hubiera servido de inspiración, no tendríamos obras como Drácula, de Bram Stoker, o, mucho tiempo después, la saga Crónicas vampíricas de Anne Rice. 

            Razas de Annwn.


        A continuación, os mostraremos cómo elegimos las razas y criaturas de nuestra primera novela.

        Lo primero que decidimos fue la ubicación donde se desarrollaría la trama fantástica, y escogimos Annwn, lugar de la mitología galesa que aparece en los mitos artúricos. Con el tiempo, este mito fue cristianizado, pasando a representar el cielo o el más allá.

        ¿Cómo elegimos las razas? Fácil. Observamos y nos sumergimos en el elenco de criaturas que forman parte de las leyendas galesas e irlandesas y, a partir de ahí, seleccionamos varias de ellas: elfos, gnomos, duendes, hadas y enanos. 

        También nos preguntamos… ¿Qué deidades podrían encajar en este mundo?. Los elegidos fueron los Tuatha Dé Danann, dioses de la mitología irlandesa, relacionados con los mitos artúricos. Entre ellos destacan Dagda, el padre y rey ​​de todos; Brigitte, protectora y cuidadora de los niños; y Morrigan, diosa de la muerte, la destrucción y la renovación.

            Elfos


         La creación de los elfos en nuestra historia se inspira tanto en los mitos irlandeses como en los mitos germánicos. A continuación os presentamos una pequeña descripción:

         Los Elfos son criaturas mágicas de la mitología. Comúnmente se representa como seres pequeños y humanoides, con características elegantes y ágiles. Poseen habilidades mágicas y una profunda conexión con la naturaleza. Su piel suele tener un tono verde oliva o similar, y no acostumbran a medir más de metro y medio. Además, sus rostros suelen ser afilados y delicados, lo que refuerza su aspecto etéreo.

           Duendes


        Los duendes han adoptado distintas formas según la región, desde espíritus hogareños hasta seres maliciosos como los trasgos. Nosotros decidimos representarlos como criaturas más anárquicas, libres de elegir su propio camino sin rendir cuentas a nadie.

        Los duendes son pequeñas y revoltosas criaturas mágicas. Pueden habitar en los bosques o en las casas, a veces ayudando y otras veces provocando travesuras difíciles de percibir, aunque su presencia se siente a través de ruidos o pequeños actos misteriosos. Su tamaño no supera el metro, y lo más característico es el color de su cabello, que suele ser blanco o rojo, habitualmente alborotado.

            Gnomos


        A los gnomos los representamos como seres más bonachones y familiares, de esos con los que te gustaría compartir una taza de té.

        Los gnomos son seres mitológicos asociados a la tierra. Pequeños y robustos, suelen llevar barbas largas y vestir con ropa sencilla. Viven en el subsuelo, donde protegen minerales y tesoros. Se les considera guardianes de la tierra, estrechamente vinculados a la estabilidad y la permanencia del mundo material. Aunque su altura rara vez supera el metro y su cuerpo es rechoncho, no te dejes engañar: son siete veces más fuertes que tú y veloces.

            Enanos


        A nuestros enanos los concebimos mezclando un poco de aquí y un poco de allá, por eso destacan en diversas ramas, como la herrería, el comercio, la mampostería y la guerra.

        De baja estatura y robustos como rocas, los enanos lucen largos y espesas barbas, símbolo de orgullo y estatus social. Son conocidos por su gran destreza como mineros y canteros. Habitualmente construyen fortalezas en montañas, donde viven rodeados de oro y piedras preciosas. No solo por ambición, sino porque considera estos materiales parte de su arte y herencia. Tercos como mulas y de carácter fuerte, pero también leales hasta el final.

            Hadas


        Quizás los seres más mágicos de nuestro mundo, las hadas están ligadas a su reina o creadora, conocida como Nayade. Si ella muere, todas las hadas vinculadas a ella también perecen

        Las hadas son criaturas mágicas representadas como seres pequeños, de alas delicadas y un aire etéreo. Se las asocia con la naturaleza y la protección de los bosques, jardines y animales. Poseen poderes mágicos que pueden ser tanto benévolos como traviesos. Su tamaño suele ser similar al de una libélula, aunque pueden adoptar forma humana si lo desean. Sus ojos son completamente negros y su piel puede presentar tonos apagados en una variedad de colores, desde el rojo hasta el verde.

        Este es un pequeño resumen de estas razas: cómo son y cómo las hemos diseñado, tomando inspiración de aquí y de allá para darles vida propia. No solo las hemos dotado de características físicas, si no también de personalidad, costumbres e historias que las hacen únicas. 

        Por ello, elige las razas y seres que formarán parte de tu mundo es importante, pero aún más lo es conectarlos con el entorno en el que habitarán. Dotarlos de profundidad, darles personalidad e interacción con el resto de criaturas y personajes es clave para que resulten creíbles y enriquecedores para la historia, y sobre todo real. 

        Y hasta aquí puedo leer… de momento. Recuerda: las razas y seres que crees serán tu obra y tu responsabilidad ;-)

        Si tienes sugerencias, dudas o simplemente quieres compartir tus ideas, no dudes en comentar en nuestras publicaciones, redes sociales o enviarnos un correo, estaremos encantados de leerte, responderte en breve y ayudarte en todo lo posible para que tu mundo y tus razas cobren vida. Un saludo y a más ver.


Comentarios

  1. Sigo queriendo ser un hada. Maravillosas explicaciones por cierto.
    Saquen y el primero quiero leer el segundo

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